16 octubre, 2013

Plantas nativas: su importancia y sus beneficios

"El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos."
Marcel Proust



Muchas veces pensamos que con el sólo hecho de plantar un árbol, un arbusto o tener un lindo jardín, cuidado y prolijo, estamos colaborando con la creación de espacios verdes y de la vida en general. Si bien es cierto que todas las plantas proveen beneficios, no es tan cierto que cualquier planta en cualquier lugar conlleve un bien para el resto de las especies (tanto animales como vegetales) que son originarias de esa región.


Por eso es muy importante conocer lo que nos rodea, la función que cumple (hace ya miles o millones de años), cómo se relacionan las especies, y cómo podemos aportar a ese equilibrio, o, al menos, no quebrarlo ni modificarlo a tal punto que desaparezcan plantas y animales que vivían en el lugar muchísimo antes que los animales humanos aparecieran. Y como no se quiere lo que no se conoce, lo primero es entender lo que pasa a nuestro alrededor. 


Se llama Planta Nativa o Autóctona a aquella planta originaria del lugar, es decir de una ecorregión, con la que compartió los procesos evolutivos durante miles de años. Debido a su capacidad de adaptación al entorno (variables climáticas y edafológicas), estas plantas conllevan muchos beneficios y una íntima relación con la fauna de su misma ecorregión, ya que llevan miles de años cumpliendo una determinada función en ese ecosistema en particular. Algunos de los beneficios que conllevan las plantas nativas son: 


  • Contribuyen a la regulación hídrica y la temperatura local
  • Previenen inundaciones por el aumento de la superficie de infiltración
  • Requieren muy poco mantenimiento debido a que están mejor adaptadas al suelo y al clima
  • Conservan la biodiversidad 
  • Aumentan la presencia de la fauna local, como aves y mariposas
  • Elevan nutrientes enriqueciendo el humus
  • No se convierten en plaga ya que poseen controladores naturales
  • Recrean nuestros paisajes naturales
Lamentablemente en nuestro país y en nuestro continente en general, la colonización arrasó, entre otras cosas, con la flora y fauna nativas. En especial en las grandes ciudades, y en los lugares utilizados para actividades agropecuarias, importando especies vegetales y animales de otros orígenes, que suelen ser al día de hoy más conocidas incluso que las autóctonas. Estas especies se llaman exóticas o alóctonas, y pueden provocar graves consecuencias negativas en nuestros ecosistemas, como por ejemplo: 
  • Se convierten en especies invasoras compitiendo con las especies autóctonas y transformándose en plaga
  • Pueden ser la causa de la extinción de especies nativas
  • Existe poca cantidad de fauna que se alimenta o hace uso de ellas
Algunos ejemplos de estas especies son el ficus (muy dañino inclusive para plantar en las veredas ya que sus hojas contribuyen al taponamiento de los desagües cuando llueve), la ligustrina, el paraíso, la hiedra, la madreselva, el eucaliptus, etc. 


Las plantas autóctonas tienen una estrecha relación con la fauna local y por lo tanto, necesitan de ella para la polinización, el control de los depredadores, poda natural, entre otras cosas. Además, todas las plantas nativas están asociadas a su (o sus) especie de mariposa. Muchas de ellas son plantas nutricias de las orugas (el ciclo de la mariposa es huevo-oruga-crisálida y mariposa). La fauna local a su vez también necesita de estas plantas que, además de servir de alimento, muchas veces sirven de refugio a la fauna silvestre. De hecho en algunos casos la relación entre planta e insectos predadores es tan específica que si desaparece la planta también desaparecerán los insectos (a su vez alimento de aves). Este es el caso por ejemplo de la Mariposa Bandera Argentina (la más grande de Buenos Aires con sus 10 cm de color celeste y blanca) que sólo se alimenta de unas pocas especies nativas como por ejemplo coronillo, ingá, lapachillo, todas especies que actualmente son muy escasas en nuestra región. 

Los insectos y animales que consumen plantas nativas no llegan a exterminarlas, a menos que el ecosistema esté alterado y no esté en su lugar la fauna que la controla. Así vemos como la cadena insectos, aves, mamíferos, etc. comienza con las plantas nativas. 


Por lo tanto creo que resulta muy interesante aprender el porqué de la estrategia de vida de cada especie autóctona y conocer lo que nos rodea o nos podría rodear si todos nos embarcáramos en el proyecto de revalorización, reforestación y cultivo de plantas nativas en los espacios verdes. En palabras de Claudio Bertonatti: "A veces viajamos lejos para ver paisajes y especies que podemos tener muy cerca. Tan cerca como nuestro jardín, nuestro balcón o nuestra plaza. Prácticamente el caso está en nuestras manos. Sólo se requiere del conocimiento, la iniciativa y la voluntad para impulsar esta propuesta. Yo lo he hecho y puedo asegurarlo: vale la pena. El contacto con la tierra y las semillas, plantines y plantas da muchas satisfacciones que se traducen no sólo en flores y frutos. También en la visita cotidiana de mariposas, picaflores, zorzales, chingolos y muchas otras especies que encontrarán en nosotros un refugio nuevo".  

Malvavisco (Abutilon Grandifolium)


En nuestro país, el investigador y naturalista Ricardo Barbetti, por medio de gestiones con organizaciones no gubernamentales y vecinos interesados en la vida silvestres, impulsó la creación de pequeñas áreas naturales y con innumerables cursos, notas y bibliografía difundió la importancia de cultivar flora nativa en espacios verdes. De hecho se destaca su jardín particular en La Lucila (Vicente López) con más de 200 especies, recreando un bosquecillo de tala, ambiente lacustre (estanque) y esbozo de pastizal.

Flor de Peludilla o Cambará (Buddleja stachyoides)
Particularmente hablando de la Ecorregión Pampeana, ésta comprende distintos ambientes como el pastizal, el talar, la selva marginal o delta, el matorral ribereño, el juncal, el camalotal y el pajonal. Los pastizales originarios por ejemplo fueron intensamente modificados por la ganadería, la agricultura y la urbanización, llegando a nuestros días un remanente de sólo 0,3% de la ecorregión. En el área metropolitana de Buenos Aires se hallan unas 12 áreas naturales protegidas presentando los principales tipos de vegetación. Algunas de ellas son: Reserva Ecológica Costanera Sur, Reserva Ribera Norte de San Isidro, Reserva Vicente López, Reserva Municipal Los Robles, Reserva Otamendi, entre otras.

Más allá de estas áreas, y debido a la dificultad de su mantenimiento (como ejemplo están los frecuentes incendios de la RECS), cualquier espacio diseñado recreando el ambiente local sumado a los relictos contribuirá a la conservación de especies nativas. 

Fuentes: 
  • Nardini, Claudia y Burgueño, Gabriel, "Introducción al Paisaje Natural. Diseño de espacios con plantas nativas rioplatenses", Orientación Gráfica Editora, 2009. 
  • De Marzi, Valeria, "100 plantas argentinas", Ed. Albatros, 2012
  • «Administración de Parques Nacionales. Sistema de Información de Biodiversidad . www.sib.gov.ar»

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